LUJÁN, PILAR, CARLOS, RAUL, HELENA Y MARIPILI, se levantaron
ese día sin ninguna sensación especial, cosa que a los 6 les tenía preocupados.
LUJÁN tomó su desayuno de todos los días, pero por cambiar probó a
mojar su tostada de mantequilla en el café, para su sorpresa el café no quedo
engrasado de mantequilla.
PILAR fue como cada día laboral a su trabajo, pero decidió
hacerlo caminando en vez de hacerlo en coche, por lo que, para que le diera
tiempo, tuvo que dejar de escuchar las noticias. Para su sorpresa, y la de sus
compañeros, llegó de buen humor al trabajo.
CARLOS decidió ese día no saludar a la gente que entraba a
su autobús, para su sorpresa la gente seguía saludándole sin mirarle a la cara.
RAÚL, al llegar a su casa después de su jornada laboral
decidió no sacar el mismo al perro, le abrió la puerta y le dijo que fuera él
solo. Para su sorpresa el perro salió y volvió, con una bolsa, de lo que
presupuso que era su mierda, atada al cuello.
HELENA decidió ese día saltarse la dieta en la cena, se tomó
de postre dos onzas de chocolate, tuvo lindos sueños que no pudo recordar, pero
que de alguna manera supo que eran lindos.
MARIPILI se levantó al día siguiente con una sensación
especial, y pasó el día entero esperando a que algo especial pasase. No pasó
nada.
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